Partidazo, ambientazo y un empate que sabe a victoria. Ese es el sabor que me ha dejado el partido de ayer.
Y es que el Real Madrid no pudo pasar del empate en un Reyno de Navarra abarrotado y que fijó la mayoría de sus miradas en un jugador, Cristiano Ronaldo, que ahora ya sabe lo que es jugar en el antiguo Sadar. El año que viene espero y deseo que lo experimente Kaká.
Pudo pasar de todo, Osasuna tuvo sus ocasiones, sobre todo una de Pandiani tras la mejor jugada del partido pero que fue despejada por Ramos y el Madrid tambien, cuya ocasion más clara ocurrió seguidamente de la de Osasuna: Flaño se resbaló y dejó a Higuaín sólo ante Ricardo que increiblemente paró su disparo.
Resumiendo, si saliesemos a jugar como salimos ayer en los partidos teoricamente "lights", otro gallo cantaría...
Haber cómo salen en Alicante contra el Hércules, que el jueves toca partido de copa...
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