Dos años después de que nuestro presidente Patxi Izco, dijese que se estaba pensando el presentarse a las elecciones de La Federación Española de Fútbol para sustituir al athleticzale, Ángel María Villar, seguimos pagandolo. Y es que eso fue una gran osadía, estando por medio el "señorito" de Bilbao.
A los nombres de Iturralde González (hace dos años el que más destacó de todos los que nos putearon, para decirlo claro), Pérez Burrull (lo mismo pero el año pasado), se ha añadido Velasco Carballo en la SEGUNDA jornada de este año y eso que acabamos de empezar...
A Osasuna no se le mide con el mismo rasero, los monigotes de negro, ayer de azul piden respeto hacia sus decisiones, pero a ellos se les olvida que ellos también tienen que tener respeto hacia los equipos a los que arbitran. Si quieren ser respetados, que comiencen respetando a los demás.
Ayer, Osasuna volvió a sufrir la injusticia arbitral.
Velasco Carballo para cumplir la tradición comenzó sacando la primera tarjeta del partido a Osasuna, concretamente a Miguel Flaño. Continuó, sancionando con tarjeta amarilla todos los juegos peligrosos que cometía Osasuna, cosa que no hizo con el Tenerife. Y comenzó la segunda parte con ganas de protagonismo, en la primera jugada después de la reanudación, un jugador del Tenerife notó la mano de Monreal sobre el hombro y se tiró, el árbitro picó y la pilleria del jugador tinerfeño ganó. Primera amarilla.
Y en la jugada siguiente, de la que no había pasado ni un minuto hubo una mano involuntaria que se debió al bote del balón, que hizo que fuese hacia el brazo de Monreal, en la que el árbitro no se lo pensó ni un momento y alegremente sacó la segunda y la consiguiente roja. De esa falta que no debió ser pitada por la involuntariedad, llegó el primer gol del Tenerife.
Y luego llegó la roja directa a Nekounam, ésta si que pudo ser justa pero si habría hecho lo mismo con Román en la primera parte y con Luna en la segunda tras su manotazo a Pandiani.
Tuvo un criterio muy desigual y no midio a todos por el mismo rasero. Y es que:
- "Mano" de Monreal, segunda tarjeta y expulsión. "Mano" de Nino, no hay tarjeta.
- "Codazo" de Neokounam a un jugador del Tenerife, roja directa. Manotazo de Luna sobre Pandiani, no hay tarjeta.
- Codazo de Román a Neko, amarilla. Codazo de Neko a Román, roja.
- Juegos peligrosos de Osasuna, amarilla. Juegos peligrosos del Tenerife, nada.
El siguiente árbitro que nos pita es Clos Gómez, el árbitro que nos dejó con ocho en el partido contra el Málaga de la temporada pasada cuando ibamos ganando, y que pitó un penalty inexistente al Málaga, que remontó y ganó.
Veremos si quiere batir el record de expulsados rojillos. Y como dato curioso, en cuatro partidos que nos arbitró el año pasado, cuatro penaltis en contra que nos pitó. ¿Casualidad o no?
Pero este tema de los árbitros no es de ahora y es que podemos remontarnos años atrás, a cuando arbitraba Díaz Vega, ahora en el comite de árbitros.
A los nombres de Iturralde González (hace dos años el que más destacó de todos los que nos putearon, para decirlo claro), Pérez Burrull (lo mismo pero el año pasado), se ha añadido Velasco Carballo en la SEGUNDA jornada de este año y eso que acabamos de empezar...
A Osasuna no se le mide con el mismo rasero, los monigotes de negro, ayer de azul piden respeto hacia sus decisiones, pero a ellos se les olvida que ellos también tienen que tener respeto hacia los equipos a los que arbitran. Si quieren ser respetados, que comiencen respetando a los demás.
Ayer, Osasuna volvió a sufrir la injusticia arbitral.
Velasco Carballo para cumplir la tradición comenzó sacando la primera tarjeta del partido a Osasuna, concretamente a Miguel Flaño. Continuó, sancionando con tarjeta amarilla todos los juegos peligrosos que cometía Osasuna, cosa que no hizo con el Tenerife. Y comenzó la segunda parte con ganas de protagonismo, en la primera jugada después de la reanudación, un jugador del Tenerife notó la mano de Monreal sobre el hombro y se tiró, el árbitro picó y la pilleria del jugador tinerfeño ganó. Primera amarilla.
Y en la jugada siguiente, de la que no había pasado ni un minuto hubo una mano involuntaria que se debió al bote del balón, que hizo que fuese hacia el brazo de Monreal, en la que el árbitro no se lo pensó ni un momento y alegremente sacó la segunda y la consiguiente roja. De esa falta que no debió ser pitada por la involuntariedad, llegó el primer gol del Tenerife.
Y luego llegó la roja directa a Nekounam, ésta si que pudo ser justa pero si habría hecho lo mismo con Román en la primera parte y con Luna en la segunda tras su manotazo a Pandiani.
Tuvo un criterio muy desigual y no midio a todos por el mismo rasero. Y es que:
- "Mano" de Monreal, segunda tarjeta y expulsión. "Mano" de Nino, no hay tarjeta.
- "Codazo" de Neokounam a un jugador del Tenerife, roja directa. Manotazo de Luna sobre Pandiani, no hay tarjeta.
- Codazo de Román a Neko, amarilla. Codazo de Neko a Román, roja.
- Juegos peligrosos de Osasuna, amarilla. Juegos peligrosos del Tenerife, nada.
El siguiente árbitro que nos pita es Clos Gómez, el árbitro que nos dejó con ocho en el partido contra el Málaga de la temporada pasada cuando ibamos ganando, y que pitó un penalty inexistente al Málaga, que remontó y ganó.
Veremos si quiere batir el record de expulsados rojillos. Y como dato curioso, en cuatro partidos que nos arbitró el año pasado, cuatro penaltis en contra que nos pitó. ¿Casualidad o no?
Pero este tema de los árbitros no es de ahora y es que podemos remontarnos años atrás, a cuando arbitraba Díaz Vega, ahora en el comite de árbitros.
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