Nos encontramos ya el
ecuador de la temporada regular. Es por ello que me aventuro a realizar un
breve análisis de estos meses de competición que con sus momentos buenos y sus
momentos malos nos ha hecho vivir el equipo.
Empiezo situándome en el mes de agosto. Las
expectativas que se generaron fueron altas. Y hoy en día, lo
siguen siendo. Pero de momento (y eso es una realidad) no se están cumpliendo.
Tras un inicio de liga dubitativo y un periodo después de optimismo consecuencia mas que del juego desplegado por el equipo, de los resultados cosechados... nos encontramos ahora en una situación de -creo yo- "sí pero no". Por un lado, hemos vuelto a la senda del triunfo (llevamos dos victorias seguidas) y gracias a ello volvemos a ver los puestos que dan derecho a luchar por el ascenso al alcance de la mano; pero por otro, el juego del equipo sigue siendo plano, sin muchas variantes y en definitiva, bastante pobre en cuanto a elaboración se refiere. Cuestión esta última que choca con lo siguiente:
El potencial de esta plantilla (y creo que en esto estaremos todos o casi todos de acuerdo) es grande. Más si cabe aún tras la -por fín- irrupción de Kike Barja y las recientes incorporaciones de este mercado de invierno con Borja Lasso (perfil de jugador que desde el principio yo echaba de menos) a la cabeza. Pero eso es algo que hay que demostrarlo. Y de momento, como equipo, no lo estamos haciendo.
Cierto es que existe tiempo y existen partidos por delante pero tengamos cuidado y no dejemos la tarea para última hora.
Mientras tanto la exigencia debe seguir existiendo y debe seguir siendo máxima. No hay que dejar hueco a la relajación. El proyecto que se ha ideado obliga a ello. Y las llegadas, como decía, de los dos recientes fichajes también.
Dos fichajes que lejos de poder ser un balón de oxigeno para el míster (que lo son), bien pueden convertirse en un regalo envenenado, en una presión añadida o en un factor que no hace sino aumentar la responsabilidad ante el éxito o el fracaso del entrenador de cara al cumplimiento del objetivo establecido que no es otro que el del ascenso.
Veremos cual de esas dos situaciones se dan. Y veremos si este primer reto importante que se le ha presentado a Diego en su carrera, lo salda con nota.
Puntos que en la primera vuelta se nos escaparon, no pueden volverse a escapar.
El Sevilla B ya está en la rampa de salida.
Empieza lo serio...
A por ellos!
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