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Con el partido ante el Valladolid bajamos el telón de una temporada que no ha marchado por los derroteros que todos, al inicio de la misma, deseábamos y esperábamos.
Ponemos fin a la temporada de la desilusión y ponemos también fin a la temporada de la inacción.
Llega por lo tanto ahora el momento de los análisis y de asignar las responsabilidades correspondientes.
Ponemos fin a la temporada de la desilusión y ponemos también fin a la temporada de la inacción.
Llega por lo tanto ahora el momento de los análisis y de asignar las responsabilidades correspondientes.
Comenzaré por la plantilla.
Plantilla: todos estaremos más o menos de acuerdo en el potencial presumible de la misma. Pero lo que no es discutible es que la inversión realizada fue fuerte, que los fichajes realizados (en algunos casos) eran "fichajes top" de Segunda División, que el presupuesto destinado a la misma era de los más importantes de la categoría y que el límite salarial impuesto por la LFP era de los más altos.
Con todo esto, el papel de favorito que nos tocaba jugar no era algo infundado (propaganda oficial) en la afición, sino algo perfectamente fundado -y yo diría, con toda lógica- desde el pasado mes de junio, por la condición de equipo recién descendido y en un ambiente pre-electoral por parte de las esferas más altas del club.
- ¿Que no han sabido gestionarlo ELLOS?
- Está claro.
- ¿Que no han querido hacerlo cuando la situación se estaba poniendo fea?
- También.
Ahora toca rearmarla. Torró creo que debe ser un pilar fundamental alrededor del cual se construya el proyecto del año que viene. Unai debe ser un fijo en las alineaciones. Y jugadores como Barja o cedidos que vuelven como David García deben coger más protagonismo en el equipo.
Las renovaciones de los Flaño también son algo que me gustaría.
Y el papel de Lillo es otra de las cosas que me apetece resaltar.
Ahora toca rearmarla. Torró creo que debe ser un pilar fundamental alrededor del cual se construya el proyecto del año que viene. Unai debe ser un fijo en las alineaciones. Y jugadores como Barja o cedidos que vuelven como David García deben coger más protagonismo en el equipo.
Las renovaciones de los Flaño también son algo que me gustaría.
Y el papel de Lillo es otra de las cosas que me apetece resaltar.
Dirección deportiva: primera temporada de Braulio al frente de la misma. Bajo mi opinión y siempre mirándolo con perspectiva, balance bueno del mercado veraniego y balance bueno del mercado invernal. Buenas ventas y adquisición de jugadores importantes de la categoría. Disponibilidad de dinero para hacer su trabajo.
Ha apostado por un proyecto tan claro, como polémico para cierto sector del osasunismo.
De su boca nunca salió de forma clara la palabra "ascenso" (es perro viejo y está curtido en mil batallas)
Pero su "hacer" no dejaba lugar a dudas.
Yo no me compro Ferraris para que me den las prestaciones de un 600.
Yo no me compro Ferraris para que me den las prestaciones de un 600.
¿Su mayor error para mí? Su confianza ciega en Diego. Cuestión que le hace responsable importante del devenir de esta temporada. Su autocrítica también ha brillado por su ausencia.
Le daría una segunda oportunidad, que cumpla su contrato y que este año le haya servido para coger horas de vuelo. Porque aunque le pese y quiera desde ya quitarse presión de cara al próximo año, la temporada que viene volveremos a ser aspirantes, sí, ASPIRANTES (que no favoritos como este año) al ascenso.
Diego Martinez: nada de lo escrito en medios oficiosos ni nada de lo escuchado a voceros oficiales se ha hecho realidad. Llegó, o así nos lo vendieron los encargados de ello, como un entrenador que apostaba por la cantera y que era partidario del buen juego.
Pues bien, ni se ha visto lo primero, ni se ha visto lo segundo.
Su escasa autocrítica a lo largo de la temporada tampoco ha jugado a su favor y su aparente pésima gestión de la plantilla tampoco.
Sus discursos siempre caían en saco roto. Y su estilo por momentos charlatán "made in Juanma Lillo" o tribunero "made in Simeone" desarrollado en determinados momentos de la temporada en las ruedas de prensa, tampoco le han ayudado a marcar un estilo propio con el que la parroquia rojilla se identificase, seguiese, creyese y que al final adoptase como propio.
Dicen que tiene actitudes y aptitudes para ser un gran entrenador. Y posiblemente si así es, lo consiga. Pero aquí, en muchas ocasiones, el humo que él mismo se empeñaba en lanzar a la hora de analizar las situaciones vividas a lo largo de todo el año, tengo muy claro que le han impedido ver el bosque.
Ha jugado en su contra.
Ha jugado en su contra.
Gracias por tu trabajo y que tengas suerte.
Directiva (+ Fran Canal): líderes del proyecto. Y por lo tanto máximos responsables del FRACASO de esta temporada.
Decidieron apostar con toda lógica, sensatez y para mí acierto, por aprovechar la ventaja competitiva que el descenso nos proporcionaba en modo de euros y encargaron la confección de una plantilla con posibilidades de ascenso. Se hizo.
Al principio no les fue difícil sacar pecho por la situación deportiva. Pero cuando la cosa empezó a cambiar, los vértigos empezaron a hacer acto de presencia y los bandazos en cuanto al objetivo de la temporada empezaron a tomar protagonismo descolocando hasta a los mismísimos protagonistas encargados de conseguirlos.
Al principio no les fue difícil sacar pecho por la situación deportiva. Pero cuando la cosa empezó a cambiar, los vértigos empezaron a hacer acto de presencia y los bandazos en cuanto al objetivo de la temporada empezaron a tomar protagonismo descolocando hasta a los mismísimos protagonistas encargados de conseguirlos.
Nunca debieron abandonar su idea inicial, ni su discurso. La visión, misión y en definitiva, las metas que en agosto se plantearon... como en toda buena empresa, debieron ser defendidas a muerte hasta el final. No solo en época de vacas gordas sino también en época de vacas flacas. Base del éxito.
Les ha faltado personalidad, determinación, criterio y liderazgo. Están a tiempo de remediarlo (mandato hasta 2021)
Y acabo ya.
Termino deseando suerte a todos los responsables de confeccionar el proyecto del año que viene.
A la plantilla le pido que se deje la vida por cumplir el objetivo que se plantee, a Braulio (si se queda) que acierte con el míster y los fichajes. Y a la Junta... que se ponga por fin y de una vez ya, a la tarea de mejorar en los aspectos arriba mencionados.
Por cierto presi, eso de que el objetivo de la temporada que viene es "recuperar la ilusión..." ha quedado muy bonito. Pero vete buscando otro:
Medible, claro, alcanzable, desafiante, realista y coherente
¡Buen verano a todos!
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