CAMACHO

La opinión de Sentimiento Osasunista:

Dos fechas para recordar tras lo sucedido hoy: 14/10/2008 y 14 (curiosamente) de febrero de 2011. La primera la recordaremos como el día en que volvió la ilusión a nuestro club. Como el día en que Osasuna de la mano de Camacho recobraría todas aquellas sensaciones que perdió con Ziganda en el banquillo: la garra, la lucha, la ambición, en definitiva los rasgos que históricamente han caracterizado a nuestro club. Y la segunda, como el alivio que ha supuesto quitarnos de encima a uno de los mayores males que ha padecido Osasuna por lo menos desde su regreso a la máxima categoría del fútbol español. Se va Camacho ese entrenador que convirtió la ilusión y esperanza de su llegada, en apatía, indignación, desunión y desidentificación de una afición con su equipo del alma.

Se va 28 meses después de llegar y con el discurso de la suerte y la política por bandera. Este último muy recurrente en el ámbito de prensa nacional y del que ha echado mano demagógicamente siempre que ha podido para justificar el aluvión de críticas que semana tras semana recibía de TODA la hinchada rojilla (aunque él siga diciendo que tan solo era de un sector. ¡Famoso sector!, por otra parte)

Mucho daño han hecho ese tipo de declaraciones alimentadas por Aranda en el Larguero de hace no muchos días aún a sabiendas de que es un tema muy delicado y muy recurrente a la hora de la demagogia barata que se quiera hacer de esta tierra y de nuestro equipo.

Todo lo que han sembrado con ello lo vamos a sufrir nosotros. Camacho se ha ido, o mejor dicho, le han echado, Aranda se irá o le echarán pero la afición y la institución es la que queda después y es la que va a sufrir esta campaña descalificadora. Como ejemplo el siguiente (cortesía de elepele (forero de Agencia Osasunista): Ayer hablaba con un amigo de Granada y me preguntaba qué pensaba de Camacho. Al decirle que ojalá termine la temporada y no vuelva, me insinuó que no sabía que yo era provasco... alucinante. Pues como este seguro que muchos. Que Camacho tenga la vergüenza de acudir a un medio de repercusión nacional, acusando a todos los que le critican de hacerlo por cuestiones políticas es para destituirlo de manera inmediata (se ha tardado más de la cuenta), es insultar a la afición rojilla, bien de politiqueo, bien de dejarse llevar por el politiqueo. Es un conmigo o contra mí pero en tu propia casa. Es dejar la imagen de Osasuna y su afición a la altura del barro. Es lo más grave que he visto en Osasuna en los últimos diez años. A raíz de esto viene a colación el tema Indar Gorri (grupo del que ya me desengañé hace algunos añicos tras aquel famoso partido contra la real que dejó en evidencia ese sentimiento osasunista del que ellos alardean) Pero ello no quita para decir que nadie puede negar que Indar Gorri anima como ningún otro en el Reyno y como nadie puede negar que los propio Indar Gorri están causando un daño irreparable a la imagen de Osasuna. Pero que el entrenador justifique su nefasta labor técnica y deportiva en que desde un sector le tire con bala contra su españolismo, me parece cobarde, lamentable y muy peligroso. El entrenador tiene que unir, nunca separar y mucho menos alterar a la masa social. Con este discurso implantado sobre todo esta temporada, Camacho se ha equivocado y ese ha podido ser su mayor error en Osasuna, un error con el que estaba cavando su propia tumba y que ha hecho que Camacho haya emprendido un viaje sin retorno que se ha culminado con su salida hoy mismo del club. Provocar esta fractura social en nuestro club es ponerlo al borde del descenso como ya nos ha puesto. Y todo esto fuera de políticas, opiniones y gustos, es lo que Camacho ha hecho. Ahora nos espera lo que nos espera, que mucho va a tener que ver con lo que la prensa amarillista promadridista propaga y que crea opinión en toda España. Y es que llega el turno de la caverna mediática antiosasunista.

Pero el tema Camacho no acaba ahí. Continúa, en gran parte debido al legado que nos deja, jugadores traídos por él que cierran el paso a la gente de abajo. Ha pasado de ellos. En las dos temporadas y media que lleva aquí no ha llegado a ver ni un solo partido de Osasuna Promesas, ha preferido otras cosas y luego se permitía el lujo de decir que no había nadie para subir (ahí los tenemos ahora, quintos en el grupo segundo de la Segunda División). En el tema cantera se ha limitado a recoger los frutos sembrados por Cuco Ziganda (A saber los Monreal, Azpilicueta y demás dónde estarían si hubiesen topado desde el principio con el de Cieza en el banquillo…)

Se ha negado a asumir riesgos con la gente joven, ha antepuesto sus intereses en el corto plazo con la llegada de gente veterana y que está de vuelta que le ha salido mal, y ha hipotecado el futuro del club con gente que ahora mismo está fuera de mercado sea por edad o por nivel.

Con el paso del tiempo nos queda la pena de que Izco no se hubiese dado cuenta antes. Y cuando digo antes me remito a aquel famoso motín del vestuario al acabar su primera temporada. Los capitanes (cuyo osasunismo está fuera de dudas) con Cruchaga a la cabeza y que se retiraba aquel mismo año pidieron al presidente que no le renovase porque veían venir lo que finalmente ha ocurrido (fractura social, maltrato a la cantera y malas formas) pero no se les hizo caso.

Ahora nos queda remontar y recuperarnos lo mejor posible de lo ocurrido. Camacho ya no está. Ahora igual es uno más de esos 4.000.000 de parados que engordan las colas del INEM aunque seguro que por poco tiempo. Telecinco o Paco Gonzalez estarán al acecho y pronto lo volveremos a ver en tareas de comentarista. Ahí, debo decir que sí lo he disfrutado y espero volver a poder disfrutarlo. Así que ojalá le vaya bien y ojala guarde buen recuerdo de su estancia aquí. Yo aunque cueste lo intentaré guardar, y para ello echaré mano como PTV (pamplonés de toda la vida) que soy de cosas como su imagen del Mundial con el pañuelico de San Fermín al cuello que me agradó mucho. Además de agradecerle los dos años de salvación que nos ha dado.

P.D. Gracias a elepele (forero Agencia Osasunista) por permitirme incluir parte de su opinión (con la que coincidía plenamente) sobre el tema en este blog.